arquitectura

MATADERO

CONCURSO DE IDEAS PARA LA REHABILITACIÓN Y ADECUACIÓN DE LAS NAVES 8 Y 9 DE MATADERO PARA SEDE DE INTERMEDIAE Y CENTROS DEDICADOS A LA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA, LA ARQUITECTURA Y EL DISEÑO

 

(en colaboración con Seguí Arquitectos)

1º ACCESIT  
PROPIEDAD: AYUNTAMIENTO DE MADRID
SUPERFICIE: 16.000 m2
PRESUPUESTO: 16.500.000 €

 

INTENCIONES Y OBJETIVOS: Nuestra propuesta para la rehabilitación y adecuación de las Naves 8 y 9 del Matadero de Legazpi, como gran laboratorio cultural ligado a las formas de creación actual, se fundamenta en un estudio exhaustivo del programa y en el cumplimiento estricto de las Bases del concurso, para obtener como resultado un proyecto sereno y responsable que resuelva las muchas demandas que requiere el Ayuntamiento de Madrid.

ANÁLISIS: Se trata de un proyecto complejo, en la medida que supone a la vez un ejercicio de realismo y poesía, puesto que combina un programa innovador digno del siglo XXI, donde tiene cabida la mas moderna experimentación, con uno de los enclaves mas significativos de la arquitectura industrial madrileña de principios del siglo XX. De esta confrontación de conceptos surge la fuerza del proyecto, que se genera a través de esta y otras muchas dialécticas: lo nuevo y lo antiguo, lo lleno y lo vació, lo opaco y lo transparente, lo caduco y lo perenne, etc. En cualquier caso, no es nuestra intención confundir al jurado, haciéndole caminar por los caminos, más o menos obtusos, del discurso inflado que inunda la arquitectura de nuestros días. Nuestra propuesta es sincera, lo que reflejamos en los planos es lo que hay, y su último objetivo no es otro que el de construirse.

Como ya hemos avanzado, las condiciones fijadas por las Bases, así como por el Plan Especial existente, determinan la radicalidad de nuestra propuesta. Entendemos innegociables ciertas condiciones de partida, como son la protección de las envolventes y la estructura de las Naves (“…No se pretende una actuación espectacular, sino respetar el carácter de lo preexistente...”), y la búsqueda de una imagen contemporánea mediante una arquitectura-mueble e industrial (“…Se considera que las necesidades específicas de los nuevos usos deben resolverse mediante una arquitectura añadida, de carácter flexible y reversible, de acuerdo a los cambios que el propio centro pueda demandar en el futuro. Los espacios se prefieren diáfanos, transformables y cercanos siempre al lenguaje industrial…”), valorando básicamente el interior de las naves sin descuidar los espacios exteriores, que deben a su vez generar vida como receptor de público y actividades. Así mismo, atendemos a la apertura de un nuevo acceso desde la Plaza de Legazpi, y a la Ordenación del Proyecto Madrid Río, que rehabilita toda la ribera del Manzanares.

En cualquier caso, detectamos algunos problemas a la hora de encajar el programa; por ejemplo: la proporción entre las crujías de las Naves y la altura libre de sus plantas no es la óptima, dada la gran cantidad de usos que requieren iluminación natural. También entendemos necesario generar un espacio de bienvenida representativo para unas instituciones de este nivel. Estas circunstancias, y otras de carácter técnico, nos obligan a plantear soluciones que pasen por intervenir puntualmente sobre la propia arquitectura original, siempre desde el respeto y del modo menos ingerente posible.

CONCEPTOS: Así pues, los primeros desencadenantes conceptuales del proyecto son puramente funcionales: la necesidad de clarificar el programa, separando los usos servidos de los usos servidores para generar una verdadera flexibilidad, y la búsqueda de unos espacios más luminosos dónde poder trabajar o pasear cómodamente, han determinado la esencia de nuestra propuesta.

Creemos que en un proyecto de estas características, donde tienen cabida tan diversas instituciones, puede resultar confuso si no se persigue la claridad desde un principio del proceso arquitectónico. De esta manera, planteamos un elemento estructurante que, si bien cose ambas naves y clarifica las circulaciones generales, no resulta imprescindible para el funcionamiento independiente de todos los elementos del programa. Esta rampa-pasarela, que en adelante llamaremos Ramparela, ofrece al visitante-espectador la posibilidad de recorrer el conjunto de las Naves, desde los accesos hasta el mirador de cubierta, en una suerte de espectacular promenade arquitectónica que ya ha sido ensayada con éxito en multitud de ocasiones y que tiene la capacidad de ordenar el espacio de manera efectiva y rotunda. Para subrayar esta idea buscamos potenciar su presencia con color, casi transformándola en una escultura que se expone en los vestíbulos que quedan entre los usos servidos y los servidores (“…El proyecto de remodelación de la nave deberá privilegiar la comunicación visual y física de los espacios, tanto verticales como horizontales, con el fin de favorecer la interacción de las diversas funciones del edificio….”).

Acompañando a esta idea, y asumiendo como eterna la dialéctica entre usos servidos y servidores, buscamos una sinceridad programática que refleje claramente la distinción de partida entre ambos. Su materialización debe cumplir la condición de ser industrial y reversible, generando espacios de gran versatilidad susceptibles de transformarse a corto, medio y largo plazo. Por ello, se plantea que ambos volúmenes capaces se ejecuten con materiales reciclados y translúcidos, de carácter caduco, para subordinarlos a la estructura original de las Naves, de carácter perenne.

En síntesis, nuestra intervención propone ejecutar un gran lucernario corrido, que separa y cualifica los dos usos que nunca verán alterada su función, y una rampa vertebradora sobre el espacio intersticial que aporta versatilidad y riqueza a la propuesta. Entendemos que este planteamiento será capaz de asumir las más diversas modificaciones programáticas, pues funciona mas como una partitura abierta sobre la que actuar que como una sinfonía cerrada.

FASES DE LA INTERVENCIÓN: La primera fase de nuestra intervención consistiría en la rehabilitación de la estructura y la limpieza de las fachadas de ambas Naves. Se trataría de devolver el edificio a su estado original, sin aportar en este caso modificación alguna que no sea resultado de solventar cualquier patología que en la actualidad soporten los edificios.

En segundo lugar, intervendremos puntualmente para abrir un gran lucernario corrido que atraviese ambas Naves longitudinalmente, generando un espacio vestibular de respeto entre los dos espacios de uso principales. Entendemos esta actuación como muy necesaria, dada la falta de luz natural con la que cuentan ambas naves por su enorme crujía diseñada originariamente para usos muy distintos a los planteados en las Bases de este concurso. Así mismo generamos un gran espacio en triple altura junto al acceso principal de la Nave 9 (“…El espacio de acogida deberá establecer un vínculo visual, tanto horizontal como vertical, con los distintos ámbitos, facilitando la comprensión global del edificio…”), y planteamos bajo rasante no solo los servicios generales de ambas naves (almacenes, muelles de carga e instalaciones) sino también los Estudios del Centro de Recursos para la Producción Artística, que recibirán luz cenital de unas claraboyas que a su vez cualifican el espacio libre exterior: el Matadero se auto anuncia con su propia actividad, como si de una luciérnaga se tratase.

A continuación se ejecutarían las envolventes de las piezas principales: el volumen de usos servidos (salas de exposición, talleres, etc) se plantea con grandes cortinas impresas, de plástico reciclado como evocación del antiguo Matadero, con diversos grados de transparencia de modo que los contornos puedan llegar a resultar difusos y flexibles, mientras que las cajas que acogen los usos servidores (administración, gestión, etc) se resuelven con vidrio y policarbonato también reciclado, generando otros tipos de transparencia, mas sólida que la anterior, pero igualmente sugerente.

Por último se levantaría la Ramparela, elemento compuesto por piezas de vidrio con un vinilo rojo, que deje pasar la luz y tiña de carmesí el espacio de los vestíbulos, último eco de la antigua función de ambas Naves: mondonguerías, secaderos de pieles, taller de vaciado, y mercado y matadero de aves. Queremos incidir de nuevo en el carácter mueble de este elemento, sin el cual las naves funcionarían igualmente, aunque sin la flexibilidad y la potencia poética que esta aporta. Esto aporta un nuevo valor al propio elemento, puesto que es susceptible de modificar su forma para adaptarse a futuros usos, sin alterar en esencia ni el espacio ni el concepto de nuestra propuesta.

DESCRIPCIÓN DE LOS USOS PRINCIPALES: Respecto a la implantación de los usos, hemos respetado todas aquellas consideraciones que reflejaban las Bases, tanto por su ubicación como por sus características ambientales. Se ha tratado en la medida de lo posible de ajustar las superficies de proyecto a  las planteadas en el programa, aunque en ocasiones se ha optado por favorecer la comprensión espacial global, evitando compartimentar las plantas con diferentes usos, penalizando ligeramente las superficies parciales. En cualquier caso, las superficies totales del conjunto se ajustan perfectamente a la edificabilidad máxima permitida, que incluso hemos renunciado a colmatar al no considerarlo indispensable dadas las características de nuestro proyecto. Además, entendemos que un encargo de esta envergadura necesitara un necesario ajuste por parte del cliente en caso de proclamarse ganador.

La Nave 8 acoge en su cuerpo anexo la Gestión de Matadero Madrid (institución ligada a las formas de creación contemporánea como gran laboratorio multidisciplinar), incorporando una sala polivalente dónde programar actos. La nave principal recoge en su planta semisótano el Centro de Recursos para la Producción Artística (que ofrecerá servicios a los profesionales del sector del arte contemporáneo, apoyando el trabajo y la formación, y que requiere funcionamiento independiente) para facilitar el acceso cotidiano de aquellos que hagan un uso frecuente de sus instalaciones, mientras que las dos plantas intermedias dan cabida a la Sede de Intermediae (institución que pone en valor el proceso como mecanismo de experimentación y que también requiere funcionamiento independiente). En la última planta se ubica el Área Social del Matadero Madrid (un espacio para eventos, muy flexible) conectada con la Terraza Mirador (lugar exterior para contemplar el río Manzanares, donde se puedan desarrollar actividades y eventos, con algunas zonas cubiertas y que debe funcionar de manera autónoma) sobre la cubierta de la Nave 9.

Dicha Nave acoge en su planta baja el Centro para la Promoción del Diseño (para la promoción del Diseño contemporáneo, en sus distintas formas y soportes: grafico, industrial, web, publicitario, editorial, etc), y en su planta primera el Centro de Arquitectura Actual (para la promoción de la Arquitectura contemporánea, para la reflexión y la creación).

En ambas Naves los usos servidos se abren al espacio libre frente a la Plaza de Legazpi, dónde lejos que generar un espacio residual, se plantean exposiciones al aire libre en comunicación visual directa con las exposiciones interiores. Dicho espacio funciona como foco de atracción para el conjunto del Matadero: unas columnas de luz, generadas por el uso de los talleres del Centro de Recursos para la Producción Artística, acompañan al visitante desde la media distancia hasta que llega al propio emplazamiento; se trata de un reclamo sutil para todos aquellos que pasean o por la nueva Ribera verde del Manzanares.